La vida presenta dos
lados: el bien y el mal,
No obstante el
hombre elabora sus caminos
Y huye para un mundo
desierto, muy ficticio
Donde todo es pobre
y nada tiene de natural.
Convivir con las
alegorias no es considerarse
Humano… nomás el
instinto no razona: nulo...
Entonces se anula la
existencia que, intemporal,
Enfría los ánimos
que necesitan de convertirse.
Nada es temprano…
todo ya es tarde, ralentado
Y el bien y el mal
disputan atrozes los electos
Para tiempos después
verificar todos los efectos
Que sus doctrinas
lograron hacer en los pelados.
Así es la vida
cotidiana… todo parece la ilusión
De tener el mundo en
las manos… desnutrición!
DE Ivan de Oliveira
Melo
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